jueves, 5 de junio de 2014

ESCALA DE INTELIGENCIA DE WECHSLER PARA PREESCOLAR Y PRIMARIA (WPPSI).
Objetivos:
Evaluación de la capacidad intelectual. Además de la capacidad intelectual global (CIT), la capacidad intelectual verbal (CIV) y la capacidad intelectual manipulativa (CIM), se obtiene un perfil en el que quede reflejado el nivel alcanzado por el niño en las habilidades evaluadas por los diferentes test que componen dicha escala.
Descripción:
La WPPSI está compuesta por dos escalas: verbal y manipulativa. Seguidamente se presenta una descripción de los subtests integrados dentro de cada una de las escalas.


-Escala Verbal.
Información: Prueba compuesta por 23 ítems en la que se le pide al niño que corresponda a una pregunta que se le formula. Los ítems se valoran del 1 o 0, y la prueba finaliza cuando el niño falla cinco ítems consecutivos. Evalúa el rango de conocimientos del niño y atención a la información del ambiente.
Vocabulario: Compuesta por 22 ítems. El niño tiene que definir el significado de una palabra. Cada respuesta se puntúa con 2, 1 o 0 puntos, y la prueba finaliza tras cinco fracasos consecutivos. Evalúa el desarrollo del lenguaje y el conocimiento de palabras.
Aritmética: Prueba compuesta por 20 problemas. Los primero 8 elementos no tienen límite de tiempo, pero si el niño no da una respuesta en 15 segundos, se realiza la pregunta siguiente; del ítem 9 al 20 el tiempo límite son 30 segundos. Las respuestas se valoran como 1 o 0 y la prueba finaliza tras cuatro fracasos consecutivos. Evalúa la capacidad para trabajar con conceptos cuantitativos y aritméticos sencillos y la capacidad de atención y concentración.
Semejanzas: Prueba compuesta por 16 ítems. Del 1 al 10 se pide que niño establezca analogías simples y del elemento 11 al 16  se dan dos términos entre los cuáles el niño tiene que establecer una relación de semejanza. Cada ítem se valora con 2, 1 o 0 puntos, y la prueba finaliza tras cuatro fracasos consecutivos. Evalúa el pensamiento lógico y la formación de conceptos verbales.
Comprensión: Prueba compuesta por 15 ítems. El niño tiene que explicar que haría en determinadas situaciones o porqué se realizan determinadas prácticas. Los ítems se valoran con 2, 1 o 0 puntos, y la prueba finaliza tras cuatro fracasos consecutivos. Evalúa la autonomía en solución de problemas cotidianos y conocimiento de normas convencionales de conducta.
Frases: Esta prueba es opcional. Está conformada por 13 frases que el niño debe repetir literalmente. La valoración de 0 a 4 puntos dependiendo de la extensión de la oración y del número de errores que se cometan. Evalúa memoria auditiva inmediata.

-Escala manipulativa.
Casa de animales: La prueba se compone de un tablero con dibujos de animales (perro, ganilla, pez y gato) y cilindros de cuatro colores (negro, blanco, azul y amarillo), el niño debe asociar cada color con un animal y colocar el cilindro correspondiente debajo de cada uno. Límite temporal de cinco minutos. Para puntuar esta prueba se tiene en cuenta el tiempo empleado, los errores y las omisiones. Puede aplicarse segunda vez como opcional. Evalúa memoria asociativa y habilidad motora.
Figuras incompletas: Se compone un cuadernillo de 23 objetos comunes (muñeca, puerta, etc.) a los que le falta una parte esencial; el niño debe indicar cuál es. No hay límite de tiempo pero si el niño no responde en 15 segundos se presenta el elemento siguiente. Cada ítem se valora de 1 o 0 y la prueba finaliza tras cinco fracasos consecutivos. Evalúa discriminación visual (capacidad para diferenciar detalles esenciales y secundarios) y reconocimiento e identificación de objetos familiares.
Laberintos: Consiste en 10 laberintos. Al niño se le da una pintura roja y debe encontrar la salida sin entrar en calles sin salida y sin atravesar paredes. El tiempo máximo va de 45 a 135 segundos y para puntuar esta prueba se tiene en cuenta el número de errores en cada laberinto. Se interrumpe la prueba tras dos fallos consecutivos. Mide coordinación visomotora, rapidez y capacidad de planificación y previsión.
Dibujo geométrico: Se le presentan al niño 10 dibujos geométricos (círculo, cuadrado y rombo) y se le pide que haga uno igual al que se le muestra. No hay tiempo límite pero se le retira la tarjeta después de 30 segundos. La puntuación para los ítems oscilan entre 0 y 4 puntos. Finaliza tras dos fallos consecutivos. Capacidad de organización perceptual y visomotora.
Cuadrados: Al niño se le entregan unas piezas planas pintadas de rojo por un lado y blanco por el otro, se le muestra un modelo realizado por el examinador o impreso en un cuadernillo y se le pide que realice uno igual. Todos los ítems tienen límite de tiempo (entre 30 y 75 segundos). La valoración de cada ítem es de 0 a 2 puntos. Se interrumpe la prueba tras dos fracasos fallados consecutivamente. Evalúa la formación de conceptos no verbales, capacidad de análisis y síntesis, organización visual y coordinación visomotora.


Desarrollo:
En la construcción del WPPSI se utilizó la misma metodología y fundamentación teórica que las otras escalas de Wechsler. El autor parte del supuesto de una continuidad en las aptitudes mentales, de tal manera que pueden ser evaluadas en sujetos de diferentes edades utilizando tareas iguales o similares.
Wechsler comprobó que, realizando pequeñas modificaciones, prácticamente todas las pruebas del WISC podían aplicarse a niños a partir de cuatro años. Tras variad investigaciones en las que se metió a prueba los tesis que componían el WISC con diferentes muestras de niños, se creó el WPPSI.
De las 11 pruebas de que consta, ocho (información, vocabulario, aritméticas, semejanza, comprensión, figuras incompletas, cuadrados y laberintos) proceden y proporcionan las mismas medidas que el WISC. No obstante, con el fin de adecuar las pruebas a los sujetos a los que iban dirigidas, se añadieron algunos elementos más fáciles y se eliminaron unos más difíciles.

Características psicométricas:
-Muestra de estandarización/adaptación.
-Fiabilidad.
-Validez.


Administración:
Tanto la aplicación como la corrección requiere que el examinador se haya entrenado previamente y esté familiarizado con la escala para que, al mismo tiempo que se presentan de forma ágil los elementos, se preste atención a la forma en que el niño ejecuta la tarea. El examinador debe crear una atmósfera cálida y amistosa.
Los tests de administran alternando uno verbal y otro manipulativo para que la aplicación resulte variada y motivadora para el niño. Las indicaciones que aparecen en el manual deben seguirse cuidadosamente a fin de respetar las condiciones de tipificación.
En el manual de la prueba quedan recogidas las consignas, la corrección y la valoración para cada uno de los tests.


Corrección e interpretación:
La puntuación directa de cada test se obtiene a partir de sumar las puntuaciones correspondientes a los ítems que se le han aplicado al niño. Las puntuaciones directas de cada test, mediante la utilización del baremo correspondiente a la edad cronológica del sujeto, se transforman en puntuaciones típicas cuya medida es 10 y la deviación típica es 3. Las puntuaciones típicas comprendidas entre 8 y 12 describen una capacidad media de habilidades evaluadas por los tests.
La suma de las puntuaciones típicas de los tests verbales y la de los tests manipulativos se transforman, en un cociente de inteligencia verbal y en un cociente manipulativo, y el total de la suma de las puntuaciones típicas se vuelve a transformar en un cociente intelectual total. Estos cocientes presentan una media total de 100 y desviación típica de 15. Desde un punto de vista descriptivo los cocientes comprendidos entre 100-109 presentan un nivel intelectual medio. Las discrepancias entre el CIV y el CIM se pueden empezar a considerar a partir de 8 puntos (nivel de confianza del 5 por 100), pero es más habitual considerar diferencias de 15 puntos o más, ya que pueden reflejar diferencias en el estilo de aprendizaje y en la capacidad para manejar distintos estímulos.

El perfil de los resultados de los tests que componen la escala permite también realizar un análisis intraindividual de la ejecución del sujeto. Las variaciones en las puntuaciones típicas de un mismo individuo posibilitan determinar los puntos fuertes y débiles relativos más allá de los resultados con respecto al grupo de edad. Para ellos de calcula la media de las puntuaciones típicas, en el caso de que no haya discrepancias significativas en las CIV y CIM obtenidos, o la media correspondiente a la escala cuando las hay. Aquellos tests cuyas puntuaciones típicas se separen tres puntos o más por encima de la media personal se consideran puntos fuertes, y aquellos que se separen tres puntos o más por debajo se consideran puntos débiles. En la medida que sea posible se tratará de explicar los puntos fuertes y débiles obtenidos en función de las capacidades y habilidades compartidas por varios tests.

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