viernes, 30 de mayo de 2014

Paráfrasis del modelo de orientación e intervención psicopedagógica.

"Modelo de intervención por servicios".

Un modelo de orientación es conceptualizado como un proceso de ayuda dirigido a todas las personas, a lo largo de toda la vida, con objeto de potenciar el desarrollo de la personalidad integral. La orientación es un proceso continuo, integrado en el proceso educativo, que implica a todos los profesores y que debe llegar a todos los alumnos. Estos modelos nos servirán como marcos de referencia a la hora de diseñar planes de actuación.

En este sentido también podremos hacer mención sobre los modelos de intervención, los cuales se caracterizan como estrategias para conseguir resultados propuesto por los orientadores, en este apartado algunos autores dan su punto de vista acerca de dichos modelos a considerarse, como:

-Bisquerra…“Son estrategias fundamentadas que sirven de guía en el desarrollo del proceso de Orientación en su conjunto (planificación, puesta en práctica y evaluación) o en alguna de sus fases...

-Rodríguez Espinar… “La representación de la realidad sobre la que hay que intervenir, y que va a influir en los propósitos, los métodos y los agentes de dicha intervención”

-Álvarez y Bisquerra…  “Son una representación que refleja el diseño, la estructura y los componentes esenciales de un proceso de intervención”

Dentro de la tipología de los modelos de orientación encontramos los siguientes:

a) Empleando un criterio histórico (Rodríguez Monereo):

*Modelos históricos; el modelo de Orientación Vocacional de Frank Parsons (1980), y el modelo de Brewer que asimilaba la orientación y la educación (1914).

*Modelos modernos de Orientación Educativa y profesional; o La orientación entendida como clasificación y ayuda al ajuste o adaptación (de Koos y Kefauver, 1932).

*Modelos contemporáneos de Orientación (centrados en la institución escolar y en las organizaciones educativas).

b) Modelo de rasgos y factores, modelo espontáneo – intuitivo; modelo rogeriano; modelo pragmático – empírico; modelo conductista; modelo ecléctico. Parker (1868)

c) En función del tipo de relación que se establece entre orientador y orientado, Escudero (1986):

* Modelo psicométrico
* Modelo clínico – médico.
* Modelo humanista.

A continuación aparecen otros autores que también hacen una clasificación de dichos modelos de intervención en orientación. Santana Vega y Santana Bonilla (1998).



Rodríguez Espinar (1993)
Álvarez González (1995)
§ Modelo de intervención directa
individual (modelo de counseling).
§ Modelo de intervención grupal
(modelo de servicios vs programas).
§ Modelo de intervención indirecta
individual y/o grupal (modelo de
consulta).
§ Modelo tecnológico.

Álvarez Rojo (1994) § Modelo de servicios.
§ Modelo de programas.
§ Modelo de consulta centrado en los
problemas educativos.
§ Modelo de consulta centrado en las
organizaciones.

Bisquerra y Álvarez (1996) § Modelo clínico.
§ Modelo de servicios.
§ Modelo de programas.
§ Modelo de consulta.
§ Modelo tecnológico.
§ Modelo psicopedagógico.

Repetto (1995) § Modelo de consejo (counseling).
§ Modelo de servicios.
§ Modelo de programas.
§ Modelo de consulta.
§ Modelo tecnológico.

Jiménez Gómez y Porras Vallejo
(1997)
§ Modelo de counseling (acción
psicopedagógica directa individualizada)
§ Modelo de programas (acción
psicopedagógica directa grupal).
§ Modelo de consulta (acción
psicopedagógica indirecta individual o
grupal).





En el modelo de intervención por servicios Velaz y Ureta (1998)  mencionan algunos rasgos propios, ventajas y limitaciones que se presentan dentro de este tipo de modelo de intervención psicopedagógica y que puede ser tomado en cuenta y en gran medida por algunos orientadores y así decidir con exactitud el tipo de modelo a aplicar.


En la lectura no solo encontramos modelos de intervención en México sino también hace mención de los modelos de orientación en la Unión Europea, en Inglaterra, Italia, Alemania, Francia y hasta de algunos servicios que se dan en las universidades españolas por parte de los orientadores de instituciones especializadas con el fin de proporcionar información y el apoyo necesario para que los alumnos tomen las decisiones adecuadas en el campo de su orientación personal, académica y profesional, coordinar todos los recursos que permitan la consecución de este fin.


Modelos de Orientación en el IPN y UNAM

Instituto Politécnico Nacional

*El  rol del docente debe ser una concepción integradora de la formación, estar actualizado en el ámbito de su especialidad.
*Fomentar el uso de las TIC'S para la formación, capacitación y actualización de calidad en los alumnos.
*Flexibilización de los planes, cumplimiento de créditos de acuerdo al nivel y herramientas tecnológicas como de apoyo.
*El docente:
-Generar en el alumno la investigación de temas específicos.
-Comprenda y correlacione la información procesada.
-Desarrolle capacidades analíticas y toma de decisión.
*El alumno:
-Será constructor de su proceso formativo integral, activo, entusiasta, capaz de diseñar su plan de vida y carrera.


Universidad Nacional Autónoma de México

*Apoyar en las diferentes etapas de la formación del alumno ofreciéndole diversos servicios que faciliten su integración en la institución y favorezcan su desempeño académico.
*Se divide en cinco áreas:
1.-Área de gestión y apoyo; consulta de información virtual.
2.Área de información; asesoría especializada acerca de los servicios de la universidad.
3.-Área de orientación especializada; asesoría psicopedagógica, estudios vocacionales y talleres.
4.-Talleres; capacitaciones para los diferentes ámbitos de la vida del estudiante.
5.-Orientatel; asesoría vía telefónica.

Consideraciones de la Orientación.

Perspectivas de trabajo desde la Orientación Educativa
Si bien algunos consideran que la orientación educativa se debería ocupar exclusivamente de la orientación vocacional, los estudiantes tienen problemáticas muy amplias que cruzan constantemente en su desarrollo y que deben ser objeto de atención escolar; de acuerdo con Álvarez Rojo (1994, p. 88) existe un importante ámbito de intervención de la orientación educativa, como los “(…) procesos de desarrollo socio afectivo, que tienen que ver con el desarrollo y ajuste de la personalidad, las necesidades afectivas, las motivaciones y los conflictos y problemas en el contexto social, bien sea este considerado en un sentido amplio (la sociedad) o restringido (la institución educativa)”; por lo que la orientación a las familias se debe considerar como un micro contexto social de trabajo del orientador educativo; ya que la relación de este espacio informal de educación aparece fuertemente vinculada con los problemas que tiene que enfrentar el estudiante dentro de la institución escolar....

La Orientación educativa y su evolución.



La Orientación Educativa hoy día es reconocida como una disciplina científico-técnica perteneciente al campo de las Ciencias Humanas y Sociales, cuya finalidad es ayudar y acompañar a todas las personas, de forma continua y a lo largo de la vida, con el objetivo de potenciar la prevención y el desarrollo humano en todas sus áreas. Este proceso de ayuda está inserto y ocurre de forma paralela a la actividad educativa, la cual también se ocupa de estimular el desarrollo integral del individuo, posibilitando su participación activa, crítica y transformadora en la sociedad. Siguiendo a Rodríguez Espinar (1985), la intervención se realiza mediante el diseño, ejecución y evaluación de programasdirigidos a la producción de los cambios necesarios en el alumno y en los contextos en los que participa a fin de lograr su plena autonomía.
Actualmente se considera que existe una sola orientación, a pesar de que dentro de dicha unidad se incluyen conceptos y significados ligados a su evolución histórica, que ha ido definiendo sus áreas de intervención principales: la orientación vocacional y profesional; la orientación en los procesos de enseñanza y aprendizaje; la atención a la diversidad; la orientación para la prevención y el desarrollo humano.
La orientación vocacional fue la primera que surgió históricamente de la manode los filósofos clásicos. Sócrates fue el primero que destacó la importancia del conocimiento de uno mismo. Platón, por su parte, se centró en la necesidad de determinar las aptitudes de los individuos y Aristóteles completó sus postulados propugnando el desarrollo de la racionalidad para que las personas pudieran elegir actividades u oficios relacionados con sus capacidades e intereses. En la Edad Media, tanto Santo Tomás de Aquino como Ramón Llull se preocuparon por el desarrollo de las potencialidades humanas y porque cada individuo enfocara su desempeño en consonancia con sus capacidades y preferencias. En el Renacimiento, Paracelso estudió el impacto de los factores de personalidad y edad y enumeró siete reglas básicas para orientar la vida. De esta etapa también cabe destacar la figura de Juan Huarte de San Juan, quien elaboró el primer trabajo de diagnóstico en orientación. Este autor defendía el carácter hereditario de las capacidades, aunque no despreciaba la influencia del ambiente y la educación en ellas.
Posteriormente los avances en matemática y en psicología experimental, posibilitaron la medición psicométrica y objetiva de las capacidades de las personas. A principios del siglo XX, la orientación comenzó a institucionalizarse en EEUU y tuvo como principal campo de trabajo la orientación vocacional y profesional. En los años veinte surgió el término “counseling” (consejo), el cual fue descrito como un proceso de ayuda personal para detectar las potencialidades del individuo y contribuir a la comprensión la información profesional para adaptarla a las posibilidades de esa persona. La forma de intervención, desde esta perspectiva, era fundamentalmente clínica. A partir de los años cincuenta, la orientación vocacional pasó a ser concebida como un proceso continuo y educativo donde se debían incluir todos los aspectos de la vida. En los setenta surgió el movimiento para la carrera, buscando integrar la orientación en el currículum como instrumento formativo, y la educación psicológica, que reclamaba la orientación al alumno para la adquisición de competencias necesarias para afrontar la vida. Este enfoque más global propició el uso de un modelo de intervención de consulta.
La orientación en los procesos de enseñanza y aprendizaje fue la segunda en aparecer y consolidarse históricamente y, junto a la anterior, ha sido la más reconocida institucionalmente. En la época de la Ilustración, Rosseau defendió la necesidad de estudiar las facultades del alumno, su formar de pensar y sentir a fin de adaptar la enseñanza a las diferencias individuales. La teoría darwinista propició el desarrollo de instrumentos para medir las diferencias individuales y generó una preocupación por la adaptación de los sujetos a diferentes ambientes. Después, la necesidad de elevar el nivel cultural de los ciudadanos y de rentabilizar el trabajo, generó la inquietud y el espacio adecuados para crear técnicas orientadas a la mejora del rendimiento formativo. En los años veinte, Kelly acuñó el término “orientación escolar” (educational guidance), describiéndola como una actividad de carácter procesual dirigida a proporcionar ayuda al alumno/a para la elección de sus estudios y para su adaptación en la escuela. En los años setenta, se puso énfasis en el diseño del currículum y en ochenta empezaron a surgir movimientos de renovación pedagógica que influenciaron la manera de entender el proceso de enseñanza-aprendizaje y el papel de la orientación en relación a dicho proceso.
La atención a la diversidad es un campo de intervención reciente, iniciado en España con la reforma de la LOGSE (1990), aunque sus antecedentes se encuentren en la filosofía clásica desde la cual se empezaron a definir las diferencias individuales. Tradicionalmente, la orientación se había centrado en las dificultades de aprendizaje y las dificultades de adaptación hasta el punto de propiciar la creación de servicios para diagnosticar las dificultades de aprendizaje y atender de forma prioritaria a los alumnos con necesidades educativas especiales. En los años ochenta, en EEUU, se inició el movimiento de las escuelas aceleradas, denunciando un modelo de escuela que no atendía al alumnado en riesgo y que únicamente aplicaba medidas de carácter remedial, en lugar de realizar un planteamiento integral que sirviera para atender a todos. Hasta el S.XXI esa influencia no caló en Europa. Actualmente se pretende contribuir a la creación de una escuela inclusiva, en la que todos tengan la oportunidad de formarse plenamente y la enseñanza de una respuesta personalizada a todo el alumnado.
El énfasis por la prevención y el desarrollo también es relativamente reciente. Se inicia entre los años ochenta y noventa en EEUU, momento en el que la orientación se extiende al ámbito comunitario, adquiriendo una visión mássistémica, y predomina el enfoque humanista, centrado en el desarrollo humano. En España se iniciaron cambios legislativos que propiciaron el trabajo en este ámbito a partir de la LOGSE, pero en la práctica se ha tardado más en superar el modelo clínico que se había heredado del “counseling” americano y del psicoanálisis europeo.
El actual planteamiento de la orientación educativa parte de una visión antropológica interaccionista, humanista y socio-crítica. Dicha visión condiciona la finalidad principal de la orientación (concretada más arriba), sus objetivos, los principios que guían su actuación, el modelo de intervención y los agentes implicados en la práctica orientadora.
Los objetivos que se marca la orientación educativa están íntimamente relacionados con su finalidad más elevada. Siguiendo a Rodríguez Moreno (1995:12), estos objetivos podían resumirse en: a) Lograr el desarrollo máximo de la personalidad; b) Conseguir la autocomprensión y aceptación de uno mismo; Conseguir autoorientación; c) Alcanzar madurez para la toma de decisiones educativas y vocacionales; d) Lograr la adaptación y el ajuste; e) Conseguir un aprendizaje óptimo en los años de escolaridad (que sirva para formarse a lo largo de toda la vida); f) Combinaciones de cualquiera de los puntos anteriores. Sin embargo, este autor enfoca demasiado los objetivos al alumnado. Tal y como se ha fijado en el inicio del documento, la orientación está dirigida a todas las personas, es decir, a la comunidad en su conjunto. Esto incluye a los miembros que integran y participan en el centro escolar (docentes, familias, alumnos) y a otros agentes que pertenecen a servicios comunitarios (trabajadores sociales, educadores, animadores socio-culturales, profesores de refuerzo, médicos, especialistas, etc). En este sentido, el MEC propone objetivos teniendo en cuenta a los distintos destinatarios. Además de algunos similares a los ya citados, entiende que desde la orientación se debe: 1) Prevenir las dificultades de aprendizaje y evitar fenómenos de abandono, fracaso e inadaptación social; 2) Contribuir a la adecuada relación e interacción entre los diferentes integrantes de la comunidad educativa.
Estos dos últimos objetivos contemplados por el MEC conectan con los principios fundamentales que guían la actuación orientadora: prevención, desarrollo e intervención social. El principio de prevención se refiere a la actuación anticipatoria dirigida a evitar la aparición de cualquier problema o a minimizar en lo posible sus efectos. Necesariamente ha de partir de un enfoque proactivo y comunitario, que centre su atención en explorar y conocer las características definitorias de cada contexto, sus factores de protección, sus factores de riesgo, los recursos disponibles (materiales y personales) y la influencia de estos elementos en relación al individuo a fin de eliminar o modificar ciertas condiciones ambientales . El principio de desarrollo hace referencia a que, desde la orientación, se ha de promover el desarrollo potencial de las personas desde un enfoque igualmente integral, que toque el mayor número de áreas posibles de desarrollo, teniendo en cuenta el medio y los contextos en que el individuo participa. El principio de intervención social se basa en la compensación de las desigualdades sociales y en la puesta en marcha de mecanismos para evitar que la escuela se convierta en un motor de reproducción social de ciertas estructuras que mantienen las diferencias entre grupos por razones socioeconómicas, étnicas, religiosas, de sexo, etc
A pesar de que a nivel legislativo y teórico se pone especial énfasis en la prevención y el desarrollo a fin de evitar en lo posible que la intervención se destine a corregir o rehabilitar, históricamente ya hemos visto que esta tendencia es reciente y se enfrenta a una larga tradición de intervenciones clínicas y programas compensatorios. La manera de ir revirtiendo esta situación dentro del ámbito escolar es a través de la intervención en el currículum, haciendo visibles los significados que contiene y el efecto de esos significados en la sociedad y preocupándonos de hacerlo más inclusivo para que los diferentes grupos o individuos que participan se sientan identificados con él y puedan darle un sentido a lo que aprenden. También es necesario propiciar cauces de comunicación y participación para que los diversos tipos de familias se integren más en los centros y puedan realizar su aportación al proyecto educativo del centro. Por último, es importante abrir el centro a la comunidad para establecer continuidades entre sistemas y poder llevar a cabo proyectos integrales que permitan modificar ciertos elementos del entorno que influyen negativamente en los individuos.
Este tipo de abordaje exige un enfoque comunitario y, tal y como propone Bisquerra (2005), una actuación basada en el modelo de programas, potenciados por componentes del modelo de consulta colaborativa, aunque a veces resulte inevitable realizar intervenciones individualizadas de carácter correctivo desde un modelo más clínico. Los programas deben poseer un carácter global e integrador y enfocarse tanto a estimular y fortalecer las potencialidades de los individuos (como a incidir y transformar las visiones compartidas y las acciones de los miembros más cercanos a la persona. A la hora de diseñar los programas es importante insistir la en prevención primaria, siempre que sea posible, atendiendo a las transiciones entre etapas. En el caso de que el problema ya esté presente pero no se haya desarrollado del todo, se realizaría una prevención de tipo secundario, dirigida a las poblaciones de riesgo. Cuando el problema ya esté arraigado, se procedería a una intervención más clínica, aunque desde una visión sistémica.
Desde esta perspectiva, los agentes que han de encargarse de impulsar y llevar a cabo estos programas son los miembros del equipo directivo, los tutores, los profesores, las familias, los especialistas del centro (PT, AL, profesor de diversificación curricular) y otros especialistas externos (médico, psicólogo, fisioterapeuta, trabajador social, etc), bajo la guía y coordinación del orientador/a que ejerce de promotor del cambio, de nexo y mediador entre los distintos agentes. Así pues, dentro de este marco, las funciones del orientador/a se quedarían agrupadas en estos ejes: a) Participación en el diseño, desarrollo y evaluación de los planes de intervención en las áreas mencionadas; b) Organización, planificación y evaluación de la orientación; c) Asesoramiento; d) Diagnóstico e intervención psicopedagógica; e) Impulso de la investigación e innovación educativa.

Orientación educativa

La Orientación Educativa se define como un proceso de ayuda sistemática y especializada que se ofrece a las personas, ya sea individualmente o en grupo, en todos los aspectos (personal, académica y profesional) y a lo largo de toda la vida, especialmente en los periodos críticos y decisivos (en momentos de claves y de transición o ante situaciones novedosas o problemáticas), siempre desde una perspectiva preventiva y de desarrollo de potencialidades, ejercida mediante modelos (counselingasesoramiento, de servicios, de programas, psicopedagógico) y estrategias de intervención diversas (entrevistas, dinámicas de grupos, tutorías, programas de intervención), y que tiene como fin último el desarrollo de las conocimientos, capacidades, valores y competencias de las personas, para que puedan ajustarse al contexto social, académico, profesional u ocupacional en que viven.

Dirigido
 especialmente a maestros, educadores sociales, pedagogos, psicopedagogos y psicólogos que quieran realizar una formación especializada de posgrado. Orientación Educativa abarca contenidos formativos y prácticas que favorecen tanto los procesos de enseñanza-aprendizaje como la orientación profesional, pasando por la orientación para el desarrollo de la persona, la atención a la diversidad, e incluyen perspectivas profesionales en el ámbito de la orientación laboral e investigadora.
La Orientación Educativa como parte integrante del Sistema Educativo y como disciplina que estudia los procesossistemáticos de ayuda, acompañamiento y tutoría de las personas en todos sus ámbitos vitales, académicos, personales, profesionales u ocupacionales, así como el diseño, desarrollo y evaluación de programas de intervención orientadora, es aplicable a áreas tan diversas como la educación formal y no formal, la salud, el mundo del trabajo, los servicios sociales, o diversos programas institucionales.