La Orientación y sus Prácticas.
Es un blog educativo que abordará temas de relevancia acerca de lo que es la orientación educativa y sus prácticas dentro del ámbito escolar.
jueves, 5 de junio de 2014
Test
de la Figura Humana
1-
Introducción
El dibujo de la Figura
Humana pertenece al conjunto de las denominadas técnicas proyectivas en las que
la persona no tan sólo se limita a efectuar un simple dibujo sino que se espera
que plasme de forma indirecta, la esencia de su propia personalidad.
También podemos hipotetizar,
según los elementos y características del dibujo, acerca de sus capacidades y
competencias cognitivas e intelectuales.
2-
El Dibujo de la Figura Humana según E.M.Koppitz
a) Datos iniciales
Según la autora, este test puede
aplicarse de forma colectiva o a nivel individual, si bien, se reconoce la
ventaja de efectuarlo individualmente ya que permite la observación directa del
niño durante la ejecución del dibujo y aportarnos información adicional.
La prueba se ha baremado
para niños de entre 5 y 12 años, pudiéndose obtener, a partir de su análisis,
un nivel general de madurez mental (CI), así como posibles indicadores
emocionales.
Los resultados del CI
obtenidos mediante esta prueba correlacionan, según afirman sus autores, con
las pruebas WISC entre un 0,60 y 0,80 (según subtest) y si bien no pueden
sustituir a éstas, sí que pueden ser útiles a la hora de discriminar a niños
con posibles deficiencias (screening) y, por tanto, susceptibles de evaluar con
mayor detalle.
b) Sus bases: ítems
esperados y excepcionales
Para poder asumir una
puntuación objetiva, la autora efectuó un análisis pormenorizado de las
características de los dibujos de la figura humana estudiando la presencia de
diferentes elementos según la edad y sexo del niño en una muestra de 1.856
sujetos.
Para ello diseccionó la
figura humana en sus diferentes elementos, en total 30 (cabeza, ojos, nariz,
piernas, brazos, etc...). A estos elementos los denominó ítems evolutivos. Se
trata (en palabras de la autora) de ítems que se dan sólo en relativamente
pocos DFH de niños ubicados en un nivel de edad menor, y que luego aumenta en
frecuencia de ocurrencia a medida que aumenta la edad de los niños hasta
convertirse en una característica regular de muchos o de la mayoría de los DFH
de un nivel de edad dado.
Estos ítems evolutivos se
podían clasificar, dentro de cada grupo de edad, en lo que la autora denominó
ítems esperados, comunes, bastante comunes y excepcionales.
Los ítems esperados son
aquellos elementos que aparecen en un porcentaje entre el 80 y 90%
aproximadamente de la muestra y, por tanto, son ítems que están consolidados a
cierta edad. Su ausencia puede indicar retraso madurativo.
Los items comunes y bastante
comunes tienen una probabilidad de aparición media (entre 20 y 80%
aproximadamente) y, finalmente, los ítems excepcionales comprenden a aquellos
de muy baja presencia a una determinada edad (normalmente inferior al 15% de la
muestra).
Por ejemplo, en el grupo de
niños de 5 años los ojos aparecen en un 98% de la muestra (ítem esperado),
mientras que las pupilas de los ojos sólo lo hacen en el 11% de la misma (ítem
excepcional).
Describiendo los distintos
ítems esperados y excepcionales a través de cada edad y teniendo en cuenta si
se trata de un niño o una niña, la autora consiguió crear una tabla de
puntuación objetiva que podía aportar datos bastante fiables acerca de la
maduración cognitiva del niño (C.I.) e incluso detectar posibles problemas
emocionales.
c) Aplicación e
instrucciones
Se sienta al niño frente a
una mesa o escritorio vacío y se le presenta una hoja de papel en blanco con un
lápiz del nº 2. Luego el evaluador le dice al niño: “Quiero que en esta hoja me
dibujes una persona ENTERA. Puede ser cualquier clase de persona que quieras dibujar,
siempre que sea una persona completa y no una caricatura o una figura hecha con
palos o rallas.”
Con estas últimas
instrucciones lo que se pretende es evitar es que, en especial los niños
mayores o más inteligentes, dibujen dibujos estereotipados a algunos de sus héroes
televisivos o de ficción.
-No hay tiempo límite para
esta prueba. Por lo general no dura más de 10 minutos.
-El niño es libre de borrar,
rectificar o cambiar su dibujo durante la ejecución.
La autora, además, sugiere a
partir de su larga experiencia, tres principios básicos a tener en cuenta a la
hora de analizar el DFH de niños dentro del rango de edad de 5 a 12 años:
1º) COMO dibuja la figura,
sin tener en cuenta a quien dibuja, refleja el concepto que el niño tiene de
sí.
La manera en que el dibujo
está hecho y los signos y símbolos empleados, revelan el retrato interior del
niño y muestran su actitud hacia sí mismo.
2º) A QUIEN dibuja, es a la
persona de mayor interés e importancia para el niño en el momento de realizar
el dibujo.
En la mayoría de casos, los
niños se dibujarán a sí mismos, pues obviamente nadie es de mayor importancia
para un niño que él mismo. Normalmente, cuando esto sucede, suelen hacerlo de
forma bastante realista, no obstante, en ocasiones, algunos niños están tan
descontentos consigo mismo que distorsionan las imágenes hasta el punto que
guarda poca similitud con su apariencia real.
En ocasiones pueden dibujar
personas con las que están en conflicto o sencillamente elegir otras personas
antes que él mismo lo que puede indicar cierta desvalorización o poca
autoestima.
3º) LO QUE el niño está
diciendo en su DFH puede presentar dos aspectos; ser una expresión de sus
actitudes y conflictos, o ser un deseo, o ambas cosas a la vez.
-Si un niño describe la
persona que dibujó, entonces la descripción se refiere a la persona dibujada;
es decir, si se dibujó a sí mismo, la historia se refiere a él.
-Si un niño cuenta una
historia espontánea sobre su DFH, entonces el contenido de la historia
representa un deseo.
Señalar finalmente que
Koppitz, a diferencia de otros autores, no interpreta el plano gráfico, rasgos
del trazo o ubicación espacial del dibujo (centrado, superior...).
d) Sistema de puntuación
Para efectuar la puntuación
del Test de la Figura Humana, según la norma Koppitz, hay que utilizar la tabla
que se adjunta a continuación (pulsar sobre tabla para abrir como hoja de
cálculo en excel [39 KB] . También disponible en word [85 KB] ).
En esta tabla se detallan
los ítems esperados (casillas en blanco) y excepcionales (casillas en verde)
para cada edad y sexo.
Hay que seguir las
instrucciones que se acompañan en el lateral de la tabla. La hoja ofrece el
resultado final de la puntuación. Sólo hay que introducir la puntuación
correspondiente en cada ítem (-1, 0, o +1), ver el total y confrontar con la
tabla de resultados.
Instrucciones generales de
puntuación:
Los ítems esperados si están
presentes no puntúan (puntuación = 0), en caso de no presentarse se puntúa con
–1 punto. Por su parte los ítems excepcionales sólo se puntúan si están
presentes con + 1. Si están ausentes no reciben puntuación ni positiva ni negativa.
Hay que sumar a las dos
puntuaciones (esperados + excepcionales) la cantidad de 5. Esto se lleva a cabo
para evitar puntuaciones negativas.
Finalmente se contrasta la
puntuación total obtenida con la tabla siguiente para determinar el nivel de
maduración mental y obtener el C.I.
Puntuación:
|
Nivel de Capacidad Mental
(C.I.)
|
0 a 1
|
Mentalmente retardado (o
graves problemas emocionales)
|
2
|
Límite- Borderline (60-80)
|
3
|
Normal bajo (70-90)
|
4
|
Normal bajo a Normal
(80-110)
|
5
|
Normal a normal-alto
(85-120)
|
6
|
Normal a superior (90-130)
|
7 u 8
|
Normal alto a superior
(>110)
|
3- Indicadores emocionales
del DFH.
1-Integración pobre
|
Hace referencia a una
dificultad manifiesta en agrupar debidamente las diferentes partes del
dibujo. El dibujo tiene uno o más elementos separados (no se unen al resto
del dibujo). Es un factor muy presente en los niños más pequeños o inmaduros.
No tiene validez antes de los 7 años en niños y en 6 en niñas. A partir de
esta edad el indicador se da en pacientes clínicos, agresivos y, en general
alumnos con problemas. No aparece en alumnos bien adaptados o con buen
rendimiento académico. Es, por tanto, un indicador de inmadurez (en especial
en niños mayores), pobre coordinación e impulsividad.
|
2-El Sombreado
|
Según diferentes expertos
se trata de un indicador de ansiedad y angustia. El grado de
sombreado correlacionaría con la intensidad de la angustia del niño. No
obstante, el sombreado, es habitual en niños pequeños y en esta población no
sería indicador de problema psicopatológico.
|
|
Sombreado de cara. Es
bastante inusual en cualquier nivel de edad, por tanto, es un indicador
emocional válido para todos los niños entre 5 y 12 años cuando aparece en el
dibujo. En el caso de que el sombreado es muy denso hasta el punto de que
cubre los rasgos faciales se asocia a niños con problemas de conducta,
agresividad o seriamente perturbados. Cuando el sombreado es parcial (afecta
sólo a una parte de la cara) parece reflejar ansiedades específicas referidas
a los elementos que han sido sombreados o a sus funciones.
|
|
Sombreado del cuerpo y/o
extremidades. Es común en las niñas hasta los 7 años y en
los varones hasta los 8. No es un indicador válido hasto los 8 o 9 años
respectivamente. El sombreado del cuerpo indicaría ansiedad por el mismo.
Áreas de preocupación por alguna actividad real o fantaseada, pero no es
posible diferenciar la causa (brazos: robar, agresividad, masturbación.
Piernas: por el crecimiento físico, la talla, la sexualidad).
|
|
Sombreado de las manos y/o
cuello. No es válido antes de los 8 años en varones
y de 7 en niñas. Preocupación por alguna actividad real o fantaseada con las
manos. Problemas emocionales, timidez o agresividad, robo. Respecto al cuello:
esfuerzos por controlar sus impulsos, alternancia de conductas impulsivas y
de retraimiento.
|
3-Asimetría de las
extremidades
|
Muy presente en niños
agresivos, sujetos con lesión cerebral, alumnos de educación especial. No
presente en buenos alumnos o en niños tímidos. En algunos casos puede deberse
a torpeza motriz, escasa coordinación viso-motora o a una lateralidad
contrariada o cruzada.
|
4-Inclinación de la figura
en 15 o más grados
|
Su presencia es
significativamente superior en población clínica, alumnos de educación
especial o con problemas de aprendizaje diversos frente a alumnos bien
adaptados. Se da tanto en niños tímidos como en aquellos que presentan
conductas disruptivas. Por tanto, esta característica no es buen
discriminador entre el grupo de tímidos y el de conductuales. Se supone que
es más bien un indicador de inestabilidad y falta de equilibrio
general. En los dibujos infantiles se asocia a sistema nervioso
inestable y personalidad lábil.
|
5-Figura pequeña
|
Se manifiesta con mayor
frecuencia en población clínica, niños de educación especial y en los niños
tímidos (internalizantes) en población
general. Es muy rara esta característica en niños agresivos, violentos,
con problemas
de conducta (externalizantes). Se trata de un
buen indicador emocional que expresa inseguridad, retraimiento, en ocasiones,
también depresión. En general, las figuras pequeñas, son muestra de
inadecuación, yo inhibido y preocupación por las relaciones con el ambiente
exterior (según algunos autores como Machover).
|
6-Figura grande
|
Se considera grande una
figura de tamaño superior a 23 cms. Ocurre frecuentemente en niños pequeños.
No adquiere significación clínica hasta los 8 años (en ambos sexos). Las
figuras grandes, contrariamente a las pequeñas expuestas anteriormente, se
asocian con conductas expansivas, de tipo impulsivo, con poco autocontrol,
también inmadurez. En niños mayores e incluso adultos puede ser un rasgo de
narcisismo e ideaciones paranoides.
|
7-Transparencias
|
En los estudios de la
autora se detectaron dos tipos de transparencias. Un primer tipo era
efectuado por algunos niños siguiendo el patrón de dibujar primero un esquema
básico de la persona (a forma de esqueleto) para irlo después vistiendo. Un
segundo grupo, dibujaba normalmente la figura pero después se concentraban en
una parte concreta para efectuar la transparencia (por ejemplo dibujar el
estómago, órganos sexuales u otros). Este segundo tipo de transparencia es
similar al sombreado. Indica ansiedad y preocupación por la región particular
del cuerpo revelada por la transparencia. Por lo general, las transparencias
aparecen con mayor frecuencia en población patológica que en población
general. Es igualmente más frecuente en niños con inmadurez, impulsividad y conductas
disruptivas que en niños tímidos o con dolencias psicosomáticas. De todas
formas la autora afirma categóricamente que las transparencias de áreas
corporales específicas no son normales en los DFH de los niños en edad
escolar. Generalmente indican angustia, conflicto o miedo agudo, por lo común
con respecto a lo sexual, el nacimiento o mutilación corporal. Muchos de los
niños que pintan estas transparencias están de hecho solicitándonos
información que los tranquilice respecto a sus impulsos o experiencias.
|
b) Indicadores específicos
1-Cabeza pequeña
|
Parece estar más presente
en población clínica que en la general. La autora lo relaciona con
sentimientos intensos de inadecuación intelectual, no compartiendo la
explicación (al menos en niños) de Machover respecto a ser un indicador de
tendencias obsesivo-compulsivas que pretenden ignorar el control de su
cerebro.
|
2-Ojos bizcos
|
Se manifestarían con mayor
frecuencia en niños con hostilidad hacia los demás y el dibujo se
interpretaría como reflejo de ira y rebeldía.
|
3-Dientes
|
Esta característica se
encuentra en todos los grupos a excepción del tímido. Pese a que no puede
considerarse un signo de psicopatología serio, sí está bien definido que su
presencia está mayoritariamente extendida en el grupo de niños
manifiestamente agresivos. De todas formas, la presencia de dientes, por sí
sólo, en el protocolo, no puede considerarse como síntoma inequívoco de
perturbación emocional y ésta posibilidad deberá valorarse conjuntamente con
la presencia de otros indicadores en el dibujo.
|
4-Brazos cortos (no llegan
cintura)
|
Este indicador refleja
básicamente una tendencia al retraimiento con dificultades para abrirse al
exterior y con las otras personas. Aunque aparecieron con mayor frecuencia en
población clínica, está presente también en niños adaptados pero con
problemas de retraimiento, encerrase en sí mismo o inhibición de impulsos.
|
5-Brazos largos (llegan a
las rodillas)
|
Se dan con mayor
frecuencia en niños manifiestamente agresivos que en niños bien adaptados. No
se da en niños tímidos. Por tanto, este indicador se asocia a una relación
agresiva con el entorno. Otra conclusión es que los brazos largos en el DFH
están asociados con la conexión de los demás en contraste con la tendencia al
retraimiento que revelan los brazos cortos.
|
6-Brazos pegados en el
cuerpo
|
Parece que los brazos
pegados al cuerpo reflejan un control interno bastante rígido y una
dificultad de conectarse con los demás. Tendencia a la reserva o
introversión. En pacientes adultos podría estar relacionado con pacientes
paranoides o esquizofrénicos y la necesidad de defensa ante los ataques del
ambiente externo.
|
7- Manos grandes
|
Las manos grandes, según
estudio de la autora, se encontró con mayor frecuencia en niños del ámbito de
las necesidades educativas especiales y en aquellos que se mostraban
abiertamente agresivos. Ningún niño tímido había pintado las manos grandes.
Otros estudios revelan conducta compensadora de sentimientos de inadecuación,
insuficiencia manipuladora y/o dificultad para establecer contacto con otros.
|
8- Manos seccionadas
(brazos sin manos ni dedos)
|
Más frecuente en población
clínica, lesionados cerebrales y alumnos de educación especial. También se da
una mayor frecuencia en niños tímidos respecto a los agresivos. En consecuencia,
parece que este signo refleja sentimientos de inadecuación o de culpa por no
poder actuar correctamente o incapacidad para hacerlo.
|
9- Piernas juntas
|
Se encontró más
frecuentemente en población clínica y en niños con afecciones psicosomáticas.
Un estudio de este indicador emocional concluyó que puede interpretarse como
un signo de tensión en el niño, y un rígido intento por parte del mismo de
controlar sus propios impulsos sexuales o su temor de sufrir un ataque de
este tipo. Algunas niñas abusadas presentaban en sus dibujos esta
característica. En figuras de adultos, las piernas cerradas, se asocian a
rigidez, control frágil y rechazo de la aproximación sexual de otros.
|
10- Figuras grotescas
(monstruos, payasos u otros)
|
El dibujo de monstruos o
figuras grotescas no parece estar asociado con ningún tipo de conducta
específico, sino que más bien refleja sentimientos de intensa inadecuación, y
un muy pobre concepto de sí mismo. Los niños que dibujan payasos o vagabundos
pueden auto considerarse como individuos ridículos de los que los demás se
ríen no siendo aceptados por los otros. A pesar de que la aparición de estas
figuras puede explicarse parcialmente por vivencias recientes del niño
(visitar un circo) se hipotetiza que el niño decide representar precisamente
aquellas relacionadas con temas que le preocupan.
|
11- Más de dos figuras
representadas
|
El dibujo espontáneo de
tres o más figuras se dieron significativamente más a menudo en los dibujos
de estudiantes de bajo rendimiento y en niños con necesidades educativas
especiales que en población general.
|
12- Nubes, lluvia, nieve
|
Mayoritariamente
aparecieron en dibujos de pacientes clínicos y en alumnos escasamente
adaptados. Las nubes se encontraron especialmente en niños muy ansiosos y con
dolencias psicosomáticas. En ningún caso se encontró en niños agresivos.
Parece ser que las nubes son pintadas por niños que no se atreven a pegar a
otros y que en cambio dirigen la agresión en contra de sí mismos.
|
c) Indicadores por omisión
elementos corporales:
1- Omisión de la nariz
|
Las conclusiones apuntan a
que este indicador se asocia a conducta tímida y retraída con ausencia de
agresividad manifiesta. También con escaso interés social.
|
2- Omisión de la boca
|
La omisión de este rasgo
es siempre clínicamente significativa. Refleja sentimientos de angustia,
inseguridad y retraimiento, inclusive resistencia pasiva. Este indicador
emocional revela o la incapacidad del sujeto o su rechazo a comunicarse con
los demás. Los historiales de los niños que omitieron la boca mostraron una
alta incidencia de miedo, angustia, perfeccionismo y depresión.
|
3- Omisión del cuerpo
|
Se da más frecuentemente
en alumnos con necesidades educativas especiales, problemas de aprendizaje o
lesionados cerebrales. La omisión del cuerpo es habitual en los niños más
pequeños, no obstante puede ser un signo de la presencia de psicopatología en
la etapa escolar. Se hipotetiza, en este último caso, que pueden darse
factores de inmadurez, retraso o daño neurológico, pero también pueden darse
por perturbación emocional.
|
4- Omisión de los brazos
|
La omisión de los brazos
refleja ansiedad y culpa por conductas sociales inaceptables que implican los
brazos o las manos. Otros estudios (Machover y Levy) lo asocian a depresión y
retracción de la gente y del mundo de los objetos. Este último hallazgo no
fue confirmado por el estudio de Koppitz.
|
5- Omisión de piernas
|
Su ausencia es
extremadamente rara incluso en niños pequeños. Se trata de uno de los
primeros elementos que reproduce el niño ya en la etapa preescolar. Tienden a
aparecer en la secuencia evolutiva del dibujo después de la cabeza y los
ojos, aún antes de que empiece a dibujar el cuerpo y los brazos. Por tanto,
su ausencia, no sería nunca accidental sino que podría indicar conflicto en
esta área o un trastorno emocional con intensa angustia e inseguridad.
|
6- Omisión de los pies
|
Este indicador no es
significativo hasta los 7 años en las niñas y 9 en los varones. Parece, según
el estudio, que no está asociado con ningún tipo específico de conducta o
síntoma. No obstante, sí parece reflejar un sentimiento general de
inseguridad y desvalimiento.
|
7- Omisión del cuello
|
No válido hasta los 9 años
para niñas y 10 para los varones. A partir de esa edad, se dio significativamente
más a menudo en los dibujos de pacientes clínicos, lesionados cerebrales y
niños con conductas disruptivas. Ninguno de los niños bien adaptados ni los
que tenían enfermedades psicosomáticas omitieron este rasgo en la figura
humana.
|
d) Otros indicadores
emocionales no validados
1- Cabeza grande
|
Parece ser que puede tener
diferentes interpretaciones. La cabeza grande es común en los dibujos de los
más pequeños. A partir de la etapa escolar se asocia con esfuerzo
intelectual, inmadurez, agresión, retardo mental, migraña o preocupación por
el rendimiento escolar. Parece, pues, que podría reflejar inquietud por algún
aspecto acerca de la adecuación y funcionamiento mental pero no es posible en
base a esta prueba determinar cual de ellos está implicado.
|
2- Ojos vacios u ojos que
no ven
|
Por una parte han sido
descritos como signo normal en los dibujos infantiles y por otra han sido
asociados con sentimientos de culpa, vaga percepción del mundo, inmadurez
emocional, egocentrismo, dependencia, vouyerismo. Es posible que la
interpretación de este indicador sólo pueda efectuarse en población adulta,
siendo más controvertida su explicación en niños.
|
3- Mirada de reojo
|
Se ha sostenido que la
mirada de reojo en el dibujo de la figura humana es un indicio de suspicacia
y tendencias paranoides. Su frecuencia de aparición aumenta con la edad (10,
11, 12 años) dándose tanto en población clínica como normal. Otras
explicaciones apuntan a timidez, temor al mundo exterior, pero también,
habilidad para dibujar. Se ha observado que los niños más inteligentes
dibujan más a menudo miradas de soslayo. El análisis de este indicador debe
ser, pues, interpretado en el contexto del dibujo total más que como rasgo
independiente.
|
4- Manos ocultas
|
Se han asociado con
dificultad en el contacto, evasividad, sentimientos de culpa, necesidad de
controlar la agresión y rechazo a afrontar una situación (pasividad). Del
estudio se desprende que algunos niños ante la dificultad que supone dibujar
una mano preferían eludir la tarea ocultando las manos detrás de la figura,
cubriéndolas con otro objeto o colocándolas en los bolsillos. Tal conducta no
puede ser considerada patológica sino más bien revela un buen juicio. De
todas formas, se aconseja interpretar este indicador emocional en base a la
presencia o no de otros indicadores emocionales validados (sombreado,
dientes...).
|
5- Figura interrumpida en
el borde
|
La conclusión en el
estudio de Koppitz de este indicador no aporta ningún denominador común. Los
historiales de los niños que lo presentaron mostraban una gran variedad de
problemas y síntomas conductuales. También abarcaban niveles de edad, de C.I.
y calificaciones de rendimiento escolar muy variados. Parecería que el
significado de la figura cortada depende, por lo menos hasta cierto punto, de
cuál parte de la figura ha sido seccionada. Así, el corte de las piernas
enteras parece reflejar inseguridad, falta de base o de apoyo seguro.
|
6- La línea de base o
suelo
|
Por lo general se
relaciona con necesidad de apoyo, inseguridad o necesidad de un punto de
referencia. Estas hipótesis pueden ser ciertas pero, tal como apunta la
autora, los niños pequeños viven en un mundo de "grandes" y
dominantes (en función de su edad y tamaño) y es normal que necesiten apoyos.
Las líneas de base se han encontrado en diferentes edades tanto en niños como
en adultos y no puede considerarse un indicador clínicamente significativo de
perturbación emocional.
|
7- El Sol o la Luna
|
Han sido asociados con
amor y apoyo parental y con la existencia de una autoridad adulta
controladora. Estas dos actitudes parentales no son, por supuesto, mutuamente
excluyentes. Más niños bien adaptados que pacientes clínicos dibujaron soles
en sus dibujos.
|
8- Las líneas fragmentadas
o rotas
|
Se han asociado con temor,
inseguridad, sentimientos de inadecuación, ansiedad, terquedad y negativismo.
Parece habitual el incremento regular de las líneas fragmentadas con el
aumento de la edad. Se podría argüir que los preadolescentes como grupo
tienden a ser inseguros y ansiosos, y que esto se refleja en el empleo de
trazos interrumpidos en sus dibujos.
|
Test del Árbol
1.-Introducción
El Test del árbol es, sin
duda, uno de los instrumentos proyectivos más simples de efectuar por parte de
niños, jóvenes y también adultos. Normalmente no hay las resistencias que
pueden aparecer con el test de la familia u otros que representan figuras humanas.
Dibujar un árbol es, a
simple vista, inofensivo, inocuo, poco intrusivo, por tanto, suele ser muy bien
aceptado, incluso para aquellos niños que no dibujan bien.
Pero detrás de la simpleza
del árbol van apareciendo plasmados en el papel los diferentes elementos
básicos que configuran la estructura del propio “yo”. El árbol toma la
personalidad del autor y nos deja contemplar la riqueza de su paisaje personal
y sus matices. Es un lienzo único que refleja la verdadera esencia de quien lo
ha dibujado.
2-
Forma de aplicación
Puede aplicarse a cualquier
edad, si bien, en el caso de los niños más pequeños, es a partir de los 5 o 6
años, coincidiendo con la consolidación de las habilidades básicas de dibujo,
cuando adquiere mayor relevancia ya que es cuando el árbol aparece con todos
sus elementos.
Necesitaremos papel en
blanco, lápiz, goma de borrar y podemos también incorporar lápices de colores.
Se invita al niño a que
efectúe el dibujo de un árbol cualquiera, el que él desee y se le da la
posibilidad de colorearlo si quiere. No hay que darle ninguna idea acerca de
cómo debe ser el árbol. El niño debe plasmarlo sin ninguna influencia externa.
Si efectúa alguna pregunta o tiene dudas insistir en las instrucciones: “Puedes
dibujar el que tu quieras y como desees”.
No existe límite de tiempo
para su ejecución.
3-
Elementos nucleares de análisis
a) Raíz y suelo
Las raíces representan un
elemento de vital importancia. Tienen la doble función de proveer de alimento y
energía al árbol a la vez que le sirven de firme sostén adentrándose en las
entrañas de la tierra. Constituyen también el elemento oculto. La transición
entre las emociones más íntimas y el mundo exterior.
La raíz suele asociarse a la
parte más instintiva, de sentimientos más primarios, correspondería a lo que
Freud denominó “Ello”.
El suelo constituye el
principio de contacto con la realidad. Es el punto desde el que el tronco
emerge para sobrevivir en el medio externo.
A partir de los 9 o 10 años
(antes suele ser omitido) el trazo de un suelo firme puede asociarse a firmeza,
seguridad, convicción en las ideas propias. Contrariamente, cuando el suelo no
está presente significaría, inestabilidad, inseguridad, dudas, falta de
arraigo, necesidad de encontrar su propio espacio.
Unas raíces proporcionadas y
bien dispuestas en la base del tronco suponen seguridad, buen contacto
emocional con la familia. El niño se siente querido. Cuando se omiten (a partir
8 o 9 años aprox.) y en función del tamaño del tronco, pueden señalar
fragilidad, temor, miedo al mundo externo.
b) Tronco
Es el elemento más
identificado con el “Yo”. En él han de plasmarse la percepción que uno tiene de
sí mismo y también el grado de seguridad o confianza que se tiene para afrontar
los retos del mundo externo. Los troncos débiles, estrechos, irregulares, bajos
o deformes muestran un carácter débil, influenciable, que afronta con temor un
mundo externo que es asumido como hostil. Por tanto, el tronco débil puede ser
un indicador de problemas emocionales.
Muchos niños con grandes
carencias afectivas o que han sido objeto de maltratos, suelen pintar un tronco
con un agujero en medio para simbolizar inconscientemente su vacío emocional
(ver el árbol 3).
c) Las ramas y la copa
Las ramas, las hojas y demás
elementos de la parte superior del árbol constituyen las estructuras que se
alzan sobre el tronco (sobre el “Yo”) y revelan la calidad e intensidad de las
relaciones hacia el mundo exterior. Puede interpretarse como símbolo de los
brazos y de la dirección de las aspiraciones. También del estado de ánimo
actual.
Según su forma nos
describirán a una persona que se adapta al exterior, se comunica eficazmente
con los otros o, por el contrario, adopta una posición de retraimiento y
defensa de su propio ego ante las amenazas externas.
En algunos dibujos (en
especial, la de los niños más pequeños) las ramas pueden ser sustituidas por la
copa. En otros aparecen conjuntamente. La copa, según algunos autores (Mauricio
Xandró en Tests Gráficos), se relaciona con el autoconcepto y el mundo de las
ideas. En este elemento se reflejarían además posibles conflictos actuales.
4-
Aspectos previos a considerar
Conviene que tengamos claros
una serie de conceptos antes de intentar descifrar los signos que nos desvela
el Test del Árbol.
1º- La interpretación de un dibujo
debería basarse en aproximaciones estadísticas, es decir, en que la presencia
de una determinada característica del dibujo se asocia con una elevada
probabilidad de presentar un rasgo de temperamento o personalidad concreto.
No obstante, en este tipo de
test cobran especial relevancia las explicaciones psicoanalíticas al
identificar las diferentes partes del árbol (raíces, tronco y ramas) con las
estructuras freudianas del ello, yo y súper yo.
Independientemente del
sistema que utilicemos, hay que ser prudentes en la interpretación de estas
pruebas. Los datos deben analizarse en conjunto y no tan sólo individualmente.
Hemos de tener en cuenta, además, que el niño es un ser en desarrollo, en
constante cambio y no siempre es fácil determinar qué piensa y por qué actúa de
determinadas maneras, incluido cuando dibuja. Sin embargo, esta reflexión no
debe hacernos perder de vista la gran utilidad de estas pruebas como canal
comunicativo y de conexión con el mundo interior infantil.
2º- Las diferentes
características del niño que podemos ir suponiendo del análisis de esta prueba,
sólo tiene validez en tanto en cuanto sean complementadas con otras pruebas u
observaciones. Por lo tanto, sólo nos permiten formular hipótesis de trabajo que
luego debemos contrastar con otras pruebas. La peculiaridad de cada niño, de
cada caso, hace muy difícil establecer el mismo significado incluso para
dibujos muy parecidos. De aquí la necesidad de este tipo de pruebas sean
subordinadas o complementarias de otras más objetivas.
3º- Las interpretaciones del
dibujo deberán tener en cuenta la edad del niño. Una misma característica puede
tener diferentes significados según la edad.
Dicho esto, en el siguiente
cuadro se exponen las diferentes grafías y su posible significado psicológico.
5- CLAVES PARA INTERPRETAR EL TEST
DEL ÁRBOL
A)
Tamaño del árbol y ubicación en el papel
Características:
|
Interpretación:
|
Árbol
pequeño
|
Un árbol
pequeño (que ocupa menos de 1/4 de la hoja) se asocia a timidez,
retraimiento, temor a lo externo, introversión. También puede indicar
fragilidad emocional.
|
Árbol
grande
|
Árbol
que ocupa toda la hoja, muestra a una persona normalmente extrovertida,
alegre, que no duda en explorar todo el entorno. Probablemente disfruta de la
compañía de otros. No obstante, si el dibujo grande muestra un árbol
deforme o irreal puede indicar (según la forma), excentricidad, ganas de
llamar la atención, baja aceptación de las normas, también agresividad (si
aparecen ramas punzantes o formas rectilíneas ascendentes).
|
Ubicación
inferior
|
El
árbol emplazado en la parte baja del papel, dejando mucho espacio por encima
es muy habitual en niños pequeños. Si a estas edades (hasta los 8 o 9 años)
además el tronco es frágil puede significar necesidad de seguridad, temores
hacia el mundo exterior, dependencia de las figuras de apego. En adolescentes
se interpreta como inseguridad, conflicto entre la necesidad de protección
parental y autonomía personal.
|
Ubicación
centrada
|
Un
árbol situado en la mitad del papel suele ser interpretado como necesidad de
sentirse el centro de atención de los demás, pero también (según tamaño y
forma del árbol), sensibilidad, capacidad de planificación, meticulosidad,
sentido práctico.
|
Ubicación
superior
|
Está
en esta ubicación cuando se deja mucho espacio entre la base del árbol y el
margen inferior del papel (independientemente si esta en posición horizontal
o vertical). Dependiendo también de su tamaño y forma, la ubicación superior
se asocia a imaginación, al gusto por el mundo de las ideas, a personas
soñadoras. En todo caso, preponderancia del idealismo frente a lo material o
terrenal. Preferencia por el mundo de la literatura y la filosofía.
|
Ocupando
todo el espacio
|
Entusiasmo,
generosidad, extraversión, sociabilidad. El dibujante explora todo el espacio
sin temores. No obstante, en combinación con árboles deformes, irreales, con
ramas con puntas u otros detalles, suelen señalar a menudo, presencia de
agresividad, falta de control (especialmente si hay sombreados muy
enérgicos).
|
A)
Las Raíces
Características:
|
Interpretación:
|
Muchas
raíces
|
Un
árbol con muchas raíces (en especial si son proporcionadas) se asocia a un
fuerte apego positivo del niño con su madre y/o familia Se han establecido
unos buenos cimientos para desarrollar una personalidad afectivamente sana.
Seguridad hacia el futuro.
|
Raíces
deformes
|
Si
las raíces son desproporcionadas respecto al tronco pueden ser síntomas de
búsqueda angustiosa de estabilidad emocional; también de curiosidad por lo
oculto y predominio de conductas primarias.
|
Ausencia
de raíces
|
La carencia
de raíces en el dibujo (a partir de los 8/9 años) puede ser
síntoma de falta de seguridad en el terreno emocional (especialmente si
tampoco se ha pintado el suelo).
|
|
|
C)
El Suelo
Características:
|
Interpretación:
|
|
Hasta
los 9/10 años, el suelo suele omitirse y se utiliza el propio margen de la
hoja. A partir de esa edad, el suelo es la expresión inconsciente del nivel
de contacto con la realidad y la forma con la que se afrontan los problemas
de la vida.
|
Suelo
Firme
|
El
suelo firme, bien trazado y en forma de una o varias rectas, supone capacidad
para ver la realidad, claridad de ideas, voluntad de crecer, estabilidad.
|
Suelo
Ondulado
|
Indican
adaptabilidad al medio, evitación de enfrentamientos, persona probablemente
sensible. Cuando el suelo se dibuja con formas en zig-zag muestran
una mezcla de entusiasmo, necesidad de emprender, pero también, cierta
agresividad.
|
Suelo
corto
|
Si
el suelo se limita a una simple línea corta y limitada (no mucho más grande
que la base del tronco) o ésta es cortada de repente por otros elementos
(piedras, jardinera, casa, etc...) muestra introversión.
|
Suelo
en forma de cerco
|
Si
adquiere forma circular alrededor del árbol muestra
aislamiento, deseo de ocultar.
|
Sobre
montículo
|
Orgullo,
narcisismo, deseo de alejamiento de los demás. Si hay trazos en forma de
punta (pinchos): actitud rebelde, de protesta, descontento por la situación
personal.
|
Sombreado
|
Objetividad,
sentido práctico y tendencia instintiva. Cuando está demasiado resaltado: búsqueda
de placer.
|
Ausencia
de suelo
|
Estaría
relacionada con inseguridad, fragilidad o desesperanza.
|
D)
El Tronco
Características:
|
Interpretación:
|
a)
Según el trazo:
|
Tronco
recto: Rigidez, autocontrol, disciplina,
reservado. Tronco con líneas onduladas: Flexibilidad,
sociabilidad. Carácter dócil. Si las líneas son muy retorcidas puede
significar sufrimiento emocional, sentimientos de culpabilidad, ansiedad.
|
b)
Altura:
|
Tronco
bajo: Carácter internalizarte, precaución ante el
mundo exterior, sencillez, modestia, acomodación, poco espíritu de
superación. Tronco alto (largo): Inquietud por proyectarse hacia
el exterior, para crecer, extroversión, ambición e idealismo.
|
c)
Ancho:
|
Tronco
con ancho proporcionado (según el resto del
árbol): Equilibrio, templanza, seguridad en sí mismo, autocontrol, capacidad
de planificación. Tronco delgado: Inestabilidad (en especial
si el troco es una sola línea), debilidad, inseguridad, timidez,
retraimiento, poca iniciativa, pensamiento rígido, debilidad mental (según
edad). Tronco grueso: Firmeza, extraversión,
autoridad, energía, seguridad en uno mismo. Si es muy grueso puede
ser síntoma de rasgos negativos relacionados con la exaltación del propio
"Yo" (narcisismo, autoritarismo, agresividad, individualismo,
terquedad, obstinación).Tronco más grueso arriba: Se relaciona
con personas idealistas, espirituales, con gran capacidad de concentración. Tronco
más grueso abajo: Carácter tranquilo, materialista. Tronco
ensanchado en el medio: Expresión de posible pérdida de control,
impulsividad. Tronco estrechado en el medio: Inhibición,
posibles represiones.
|
d)
Inclinación:
|
Hacia
la derecha: Se relaciona con patrones extrovertidos,
sociables, pero también (según sea el dibujo) con impulsividad y poca
reflexión. Hacia la izquierda: Introversión, cerramiento,
conservadurismo, rutinario, rechazo de lo novedoso.
|
e)
Forma:
|
Tronco
de una pieza (a partir de los 11/12 años): se relaciona
a falta de sensibilidad, de empatía, inseguridad, infantilismo,
funcionamiento primitivo. Tronco abierto en la base: Impulsividad,
inestabilidad emocional, también (según tipo de dibujo) agresividad. Tronco
en forma angulosa: Carácter irritable, poco paciente, susceptible,
fácil enfado.
|
f)
Otros elementos:
|
Sombreado: Depende
de cómo se efectué puede estar relacionado con sensibilidad artística o,
cuando se ha sombreado totalmente quedando el tronco negro, con posibles
sentimientos de culpa o remordimientos internos. Agujero en el centro:
en jóvenes representa a menudo, vacío interior, fragilidad emocional,
problemas personales de tipo afectivo (según edad con padres o
parejas). Heridas, manchas (ver árbol inicio de esta
página): Cuando en el tronco aparecen manchas que el niño
describe como heridas fruto de enfermedad o accidentes en el árbol, puede
estar proyectando sufrimiento interno (probablemente de tipo emocional),
carencias afectivas y también temores hacia el futuro. Hay que valorar
también la posibilidad de malos tratos físicos o psíquicos.
|
|
|
E)
Las Ramas y la Copa
Características:
|
Interpretación:
|
Ramas
hacia arriba
|
En
general se asocia a optimismo y extraversión. También con el plano de las
ideas y las aspiraciones. Unas ramas ascendentes que se proyectan hacia el
cielo pueden ser muestra de ansias de crecer, de interactuar con el mundo. No
obstante, si las ramas acaban en forma de punta o muestran
dientes de sierra pueden señalar impulsividad, agresividad, el entorno
externo es visto como hostil y hay que defenderse.
|
Ramas
hacia abajo
|
Las
ramas caídas tienen un primer significado como expresión de un estado
decaído, pesimista, de desamparo o desasosiego. Sin embargo, cuando son
dibujadas con cierto refinamiento y detalle (tipo sauce llorón) pueden estar
asociadas a personas refinadas, detallistas, muy sensibles y con tendencia a
la tristeza.
|
Ramas
ascendentes y descendentes simultaneamente
|
Persona
influenciable, con poco criterio, inestable, sumisa. Se considera muestra de
la presencia simultánea de euforia y desaliento que debe interpretarse según
las otras claves. Si las ramas se cruzan con predominio
de formas angulosas: impulsividad, tendencia a la crítica
ajena, baja tolerancia a la frustración, conductas externalizantes.
|
Ramas
y ramificaciones delgadas
|
Dependiendo
de la edad: sencillez, sensibilidad. Si son extremadamente finas: cerramiento
afectivo, timidez (especialmente si no hay hojas).
|
Ramas
y ramificaciones gruesas
|
Si
son proporcionadas al árbol y bien dibujadas: seguridad, confianza en el
futuro, ideas claras, constancia. Si se bifurcan: se
relacionan con buenas capacidades imaginativas y plásticas (siempre que se
efectúe dentro de un dibujo proporcionado en sus diferentes elementos).
|
Ramas
abiertas
|
Extraversión,
tendencia a analizar el entorno con iniciativa. También (según forma del
trazo) impulsividad.
|
Ramas
cerradas
|
En
general, introversión, cerramiento, necesidad de auto-protección frente al
mundo exterior.
|
Ramas
cortadas
|
Debe
interpretarse dentro del dibujo en su conjunto ya que puede tener distintos significados.
A menudo se asocia a: baja auto-estima, complejo de inferioridad, problemas
de relación afectiva, pero también a terquedad u obstinación.
|
Ramas
que surgen del tronco
|
Suelen
estar presentes en los dibujos efectuados por adolescentes. Desde
un perspectiva psicoanalísta se explica como una manifestación de la
sexualidad en desarrollo. Puede también expresar la necesidad de buscar su
propio camino (búsqueda de la propia identidad) a partir del "Yo"
representado por el tronco.
|
Copa
pequeña (en relación al árbol)
|
Introversión,
timidez, miedo al exterior
|
Copa
grande (en relación al árbol)
|
Extraversión,
imaginación, interés para relacionarse con el mundo exterior, idealismo. Si
es muy grande: Difícil control de la fantasía, narcisismo,
vanidad, exhibicionismo.
|
Copa
proporcionada
|
Equilibrio
entre introversión y extraversión, reflexividad, realismo, gusto por los
detalles, equilibrio.
|
Copa
con trazos ondulados
|
Si
son proporcionados y suaves: Adaptabilidad, paciencia, comprensión, gusto por
las actividades tranquilas. Cuando las ondulaciones se presentan muy
concentradas: Retraimiento, protección hacia el exterior, necesidad de
mantener el propio espacio, sociabilidad muy selectiva. Si la copa
aparece aplastada en su parte superior: Sentimientos de
desesperanza, sumisión e indefensión ante la presión del mundo externo.
|
Copa
en forma angulosa
|
Según
el trazo exacto: Introversión, terquedad, tendencia a la polémica,
impulsividad.
|
|
|
F)
Otros Elementos
Elemento:
|
Interpretación:
|
Follaje
|
No
suele encontrarse en los niños más pequeños e incluso en adultos. Su
presencia, según la edad, puede indicar, buen nivel de inteligencia,
capacidad de concentración, gusto por los detalles, aptitudes plásticas,
vivacidad, deseo de actividad. También (según el dibujo) perseverancia,
pensamiento obsesivo. Si el follaje es irreal, carácter
caprichoso, gusto por la fantasía, desconexión con la realidad, necesidad de
disimular ciertas características de su personalidad. Cuando se
dibujan hojas cayendo del árbol: temperamento sensible,
timidez, melancolía, inestabilidad, susceptibilidad. También (según dibujo):
impulsividad, baja tolerancia a las frustraciones, dependencia emocional de
los otros.
|
Presencia
de Frutos
|
Cuando
se han dibujado frutos reales (cerezas, naranjas, manzanas, etc...),
simbolizan la productividad, las ganas de madurar, el deseo de dar y hacer
felices a los demás. En general se asocia a personas muy sociables,
altruistas, generosas y trabajadoras. En adolescentes también se relaciona
con la necesidad de mostrar las propias capacidades y la búsqueda de
resultados inmediatos. Si los frutos se dibujan en el suelo:
sentimientos de decepción, añoranza, inquietud, temor, agitación emocional.
|
Pequeños
animales, Sol y otros
|
Deben
interpretarse dentro del dibujo en su conjunto. Los pequeños animales suelen
pintarlos niños con buen soporte afectivo, preocupados por los sentimientos y
cuidados hacia los otros (están más presentes en los dibujos de las niñas).
El sol algunos autores lo entienden como el símbolo del
padre. Cuando aparece en el dibujo significaría que se reclama su presencia
para que se ocupe de forma más activa del árbol (que representa el
"Yo").
|
Suscribirse a:
Entradas (Atom)